jueves, 30 de junio de 2016

Un nuevo atlas de nebulosas planetarias

Está compuesto por 108 imágenes capturadas, entre 2013 y 2015, por los telescopios de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, en Córdoba, y del Complejo Astronómico El Leoncito, en San Juan.



Las nebulosas planetarias son el punto final en la vida de estrellas cuya masa es hasta ocho veces la del sol. En esta primera fase, el proyecto registró la distribución del nitrógeno dentro de estos cuerpos gaseosos. La segunda etapa ya inició; está enfocada en la ubicación del hidrógeno y demandará otros dos años de trabajo. Sus autores esperan así conocer más sobre la muerte de los astros.
El sol tiene cinco mil millones de años. Atraviesa la mitad de su vida. A medida que se acerque su final, incrementará su tamaño hasta devorar a Mercurio y Venus, los planetas más cercanos, y adoptará un color rojizo debido al descenso de temperatura en su superficie. Se habrá convertido en una estrella gigante roja. Muy suavemente sus capas externas de gas comenzarán a desprenderse, se expandirán y diluirán en el medio interestelar hasta formar una nebulosa planetaria (NP). En el centro quedará un objeto muy compacto y pequeño: una enana blanca.
Las NP están constituidas principalmente por hidrógeno, nitrógeno y algo de oxígeno. Son la última etapa en la vida de estrellas cuya masa varía entre 0,8 y 8 veces la del sol. En la Vía Láctea se conocen aproximadamente unas tres mil y su vida es efímera: unos 20 mil años, apenas un suspiro comparado con la edad promedio de otros objetos celestes.
Semanas pasadas, investigadores del Observatorio Astronómico de Córdoba publicaron un atlas de NP. Si bien ya existían otros catálogos similares producidos tiempo atrás, el valor diferencial del creado por los científicos de la UNC radica en ser la mayor recopilación de imágenes enfocada en la distribución del nitrógeno II dentro de esos cuerpos gaseosos.
La denominación “nitrógeno II” alude al nitrógeno una vez ionizado. El átomo de este elemento químico tiene un núcleo y siete electrones orbitándolo. Si un fotón lo alcanza con la energía suficiente es capaz de lograr desprender uno de esos electrones y dejar al nitrógeno ionizado (cargado positivamente).
La razón por la cual decidieron identificar la distribución del nitrógeno II es más bien práctica: al ser uno de los componentes más comunes, brilla mucho más y por ello es posible observarlo óptimamente con telescopios medianos como el de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre (EABA), que tiene 1,54 m de diámetro y está ubicado en la sierras chicas de Córdoba; o el del Complejo Astronómico El Leoncito (Casleo), de 2,15 m de diámetro, emplazado en San Juan.


Para la elaboración del atlas, el equipo dirigido por Walter Weidmann –astrónomo del OAC, investigador del Conicet y el único que estudia nebulosas planetarias en Argentina– adquirió un filtro de banda angosta. Su particularidad es que sólo deja pasar al sensor de la cámara una ínfima porción de la luz visible: la que emite el nitrógeno II, caracterizada por su tonalidad rojiza (su longitud de onda es de 658 nanómetros). La toma de imágenes se realizó entre 2013 y mediados de 2015. En Casleo las observaciones demandaron siete noches, mientras que en el EABA se dedicaron unas 30.
“Esta es la primera etapa del trabajo. El objetivo final es observar las mismas NP pero con un filtro que nos permita ver la emisión del hidrógeno. Así podremos superponer ambas imágenes e identificar las regiones de baja ionización, que son muy importantes por dos razones: primero porque se conocen pocas de estas regiones; y segundo porque están muy relacionadas a cómo fue esa pérdida de masa en la fase de gigante roja”, explica Weidmann.
Esa información tendrá un valor sustancial, porque todavía no resulta claro por qué objetos esféricos –las estrellas– generan NP con formas tan irregulares. En otras palabras, cómo ocurre el proceso de pérdida de masa.
Actualmente, el equipo de investigadores ya comenzó con las observaciones de la emisión del hidrógeno. Prevén que la obtención de imágenes demande otros dos años. Con toda la información esperan comprender mejor las particularidades de las etapas finales de la evolución estelar.

Fuente: Unciencia
Autores | Walter Weidmann, Eduardo Schmidt, Roman Vena Valdarenas, Javier Ahumada, María Gabriela Volpe y Armando Mudrik.

miércoles, 29 de junio de 2016

Puesta en Valor del Patrimonio Histórico del OAC

El próximo 4 de Julio, se llevará a cabo la ceremonia inaugural de tres objetos que pertenecieron a las primeras horas de la institución científica. Los mismos fueron restaurados y formarán parte de la colección permanente del Museo del Observatorio Astronómico.



Se trata de tres piezas históricas que fueron utilizadas con diferentes propósitos a lo largo de la historia del Observatorio Astronómico de Córdoba  inaugurado en 1871 por el Presidente Domingo Faustino Sarmiento.


Puesta en valor del 3 objetos históricos


Caballeriza: Es la construcción más antigua conservada en el Observatorio Astronómico, que data de fines del siglo XIX.
El Reflector de Perrine: La Montura pertenece al primer telescopio íntegramente diseñado y construido en Argentina. Fue ideado por Charles Perrine y puesto a funcionar por primera vez en 1918 luego fue instalado en la cúpula central del observatorio reconstruido en 1930.
Rejas Centenarias: Las rejas fueron instaladas a principio de siglo XX reemplazando los portones de madera que existían en ese momento. Se estima que fueron instaladas para el centenario de la nación.

viernes, 24 de junio de 2016

Descubren un nuevo estado del hidrógeno: el hidrógeno oscuro

Imagen de http://es.gizmodo.com

A estas alturas se podría decir que lo sabemos todo sobre el hidrógeno. No en vano es el elemento químico más abundante en el universo. Sin embargo no es así.

El hidrógeno no sólo es el elemento más abundante en el universo sino que también  es el más simple con sólo un único electrón en cada átomo. Pero esa simplicidad es engañosa, porque todavía hay mucho que tenemos que aprender sobre el hidrógeno.Una de las mayores incógnitas, es su transformación en función de las presiones y temperaturas extremas que se encuentren en el interior de los planetas gigantes, donde se comprime hasta que se convierte en metal líquido, capaces de conducir electricidad. En un nuevo trabajo publicado en Physical Review Letters por la Carnegie Alexander Goncharov y la Universidad de Edimburgo, Stewart McWilliams mide las condiciones bajo las cuales el hidrógeno experimenta esta transición en el laboratorio, pasando a un estado intermedio entre el gas y el metal, lo que ellos llaman “el hidrógeno oscuro.”

En la superficie de los planetas gigantes como Júpiter, el hidrógeno se encuentra en forma de gas. Pero entre esta superficie gaseosa de hidrógeno y el metal líquido en el núcleo del planeta, se encuentra una capa de hidrógeno oscura según los resultados obtenidos por las réplicas en el laboratorio del equipo.


Usando una celda de yunque de diamante calentada por láser, se recrean las condiciones que probablemente se encuentran en el gas del interior de los planetas gigantes, el equipo investigó la física del hidrógeno en un intervalo de presiones de entre 10.000 a 1,5 millones de veces la presión atmosférica terrestre normal y hasta los 10.000 grados Fahrenheit. Anteriormente, los investigadores de la Universidad de Edimburgo ya habían producido hidrógeno metálico en el laboratorio, a presiones iguales a 3,25 millones de veces mayor que la de la atmósfera de la Tierra.

Descubrieron esta fase intermedia inesperada, que no refleja ni transmite la luz visible, pero que transmite la radiación infrarroja, o calor.


“Esta observación podría explicar cómo el calor puede escapar fácilmente de los planetas gigantes gaseosos como Saturno,” explicó Goncharov. “Esta capa de hidrógeno oscura fue inesperada e inconsistente con lo que la investigación de modelado nos ha llevado a creer”, añadió.


También encontraron que este hidrógeno oscuro intermedio es algo metálico, lo que significa que puede conducir una corriente eléctrica, aunque mal. Esto significa que podría desempeñar un rol en el proceso por el cual produciendo grandes masas de hidrógeno metálico, los núcleos planetarios de los planetas gigantes producen un campo magnético alrededor de estos cuerpos, de la misma manera que el movimiento del hierro líquido en el núcleo de la Tierra creó y sostiene nuestro propio campo magnético.

jueves, 23 de junio de 2016

LA UNC LE CANTA A LA ESTRELLAS: TRECER CONCIERTO

Mañana, viernes 24 de Junio a las 20:30 hs se realizará el tercer encuentro del ciclo organizado conjuntamente entre el Observatorio Astronómico de Córdoba y el Coro de la Facultad de Artes de la UNC.


El ciclo de conciertos se  realiza en la sede del Observatorio los últimos viernes de cada mes desde abril de este año y participan los coros de las distintas unidades académicas de la Casa de Trejo. El próximo viernes 24 de junio contaremos con la participación de la Coral Manuel Belgrano, dirigida por Hugo de la Vega, y el Coro de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) – Facultad Regional Córdoba, dirigido por Gustavo Espada. El encuentro es a las 20.30 hs. en el auditorio Mirta Mosconi del OAC, en calle Laprida 854. La entrada es libre y gratuita.

Una vez finalizada la presentación de los coros, el Observatorio ofrecerá como todos los viernes, visitas guiadas por el Museo y si el clima lo permite observaciones por el telescopio Ecuatorial.

Calendario de Lluvia de Meteoros 2016

Los bólidos que vemos pasar por el cielo en épocas determinadas se llaman lluvia de estrellas, aunque no son estrellas precisamente lo que cae a la tierra, sino restos de un cometa y/o asteroide. Cuando estos pasan por la órbita terrestre, la Tierra los atrae por fuerza gravitatoria, y la atmósfera que nos rodea se encarga de destruir.

Imagen: IFLScience

Las lluvias de estrellas que se pueden ver desde la tierra tienen un retorno cíclico, por lo que se ha podido crear un calendario fiable para su observación por los aficionados a estos fenómenos espaciales.


lunes, 20 de junio de 2016

¡Bienvenido Invierno al Hemisferio Sur!

Hoy 20 de Junio a las 22:33 TU (19:33 en Argentina) el Sol alcanzará su mayor o menor altura aparente en el cielo, y la duración del día o de la noche serán las máximas del año. Ese día, en Córdoba, el astro rey se ocultará a las 18:21 y al día siguiente saldrá a las 8:16, con lo que tendremos una noche de 14 horas aproximadamente.

Los solsticios se producen porque el eje de rotación de la Tierra se encuentra inclinado respecto del plano de su órbita. Por esta razón, durante su movimiento aparente anual sobre la esfera celeste, el Sol parece oscilar entre el hemisferio sur y el norte. Desde este punto de vista, podemos decir que, cuando ocurre el solsticio de Junio, el Sol comienza a regresar hacia la región sur, hecho que finalmente ocurrirá alrededor del 21 de Septiembre. 

Imagen: Wikipedia
Este evento astronómico, tenía importante relevancia en las culturas precolombinas. Por ejemplo, el pueblo Inca celebraba el Inti Raymi en honor al dios Sol, mientras que los Mapuches realizaban la celebración de We Tripantü para conmemorar el año nuevo.

Para el hemisferio sur, este evento es también conocido como solsticio de invierno ya que está asociado con el inicio de dicha estación. En contrapartida, para los habitantes del hemisferio boreal, comenzará la estación estival. 

Para saber cuanto durará la noche en tu ciudad podés dirigirte a la siguiente web (en inglés): http://www.timeanddate.com/

Muchas más información del concepto de Solsticio en nuestro blog: Movimiento Diurno del Sol.


viernes, 17 de junio de 2016

La Museos de la UNC en La Noche de los 200 años



La Universidad Nacional de Córdoba se prepara para festejar el Bicentenario de la Declaración de la Independencia de nuestro país. El 8 de julio próximo, de 20 a 02 de la madrugada, los Museos de la UNC abrirán sus puertas para celebrar este hecho histórico  mostrando sus acervos  y realizando múltiples actividades artísticas y lúdicas.

El festejo forma parte de  la celebración nacional  “La Noche de los 200 años” , que se llevará a cabo en  diversas ciudades de  Argentina. Particularmente en  Córdoba se sumarán al evento Museos y distintos espacios culturales.

Será una “noche de vigilia”  que nos invitará a  reflexionar sobre la Declaración de la Independencia de Argentina  de 1816,  su trascendencia en el tiempo e incidencia en  la organización del país. Desde Córdoba, será  también una manera de  vivenciar nuestras tradiciones,  costumbres,  comportamientos, representaciones sociales, imágenes, símbolos y significados culturales compartidos que han ayudado a construir la identidad de esta provincia.

La “Noche de los 200 años” en los Museos de la UNC prevé  la realización de visitas libres y guiadas, como también, de variadas  expresiones artísticas  (teatro, música, instalaciones, video arte, performances, etc.) y  experiencias lúdicas, con diversos formatos y temáticas  relacionados a las colecciones de cada uno de ellos.  


De esta manera,  los  Museos de la UNC , nos invitarán  a reflexionar  sobre el contenido de sus acervos que,  ligados a la historia de la Universidad,  también contienen desde perspectivas diferentes la historia de Córdoba y su proyección en el país y en el mundo: el protagonismo de la Manzana Jesuítica a lo largo de los años,   libros que inspiraron la Independencia,  piezas y  objetos de época , diseños arquitectónicos que dan cuenta del desarrollo urbanístico de la ciudad, la Reforma Universitaria. Y por supuesto también los comienzos del desarrollo científico de Argentina, los aportes de relevantes conocimientos  vinculados a las ciencias de la salud, la psicología, la antropología, las ciencias naturales, la astronomía, la  arquitectura y la innovación tecnológica.

Próximamente, más información de la contribución del MOA a la celebración.

Fuente de información: UNC

jueves, 16 de junio de 2016

 Nuevo mapa muestra el lado oscuro de la luz artificial en la noche

Más de un tercio de la humanidad no puede ver la Vía Láctea debido a la contaminación lumínica, y una nueva generación de bombillas eficientes podría hacer que el problema sea mucho peor.

“Encender una vela es proyectar una sombra”. Así escribió Ursula K. Le Guin en su novela de fantasía para adultos jóvenes “Un mago de Terramar”, en 1968. La observación poética de Le Guin se refería a las ambigüedades morales de la magia, pero también describe con elocuencia la centenaria búsqueda tecnológica por desterrar la oscuridad y uno de sus mayores avances: la invención de la bombilla eléctrica.
Es innegable que la luz eléctrica tiene lados brillantes. Es difícil trabajar, viajar o leer en la oscuridad, pero con solo levantar el interruptor el problema desaparece. Las ventajas económicas son tan profundas que se pueden ver sus efectos desde el espacio profundo, en las resplandecientes redes de luces nocturnas que delinean nuestra floreciente civilización global.



Pero nuestro amor moderno por las noches llenas de luz también proyecta una larga sombra, desperdiciando energía, perturbando los ecosistemas, y en algunos casos dañando la salud humana. Y como se detalla en el nuevo Atlas Mundial del Brillo Artificial del Cielo Nocturno presentado el viernes, las mismas luces que adornan nuestro planeta y revelan nuestra presencia en el universo también están sofocando nuestra visión de las estrellas. El Atlas fue publicado en Science Advances.

De acuerdo con el atlas, que fue elaborado mediante el análisis de decenas de miles de imágenes en alta resolución de luces nocturnas en la Tierra tomadas desde el satélite Suomi National Polar-orbiting Partnership (Asociación Nacional de Órbita Polar, en español, también llamado Suomi PNP) de NOAA y la NASA, aproximadamente una de cada tres personas en la Tierra no puede ver la Vía Láctea cuando miran hacia el cielo nocturno. Para los estadounidenses, el porcentaje es mayor: La contaminación lumínica impide que cuatro de cada cinco personas puedan ver la galaxia en la que vivimos como un río transparente que se dibuja en forma de arco sobre nuestras cabezas. Quienes viven en países con una particular contaminación lumínica, como Singapur, Corea del Sur y Qatar, apenas si quiera pueden ver las estrellas, y en lugar de eso pasan sus noches en un perpetuo “crepúsculo artificial”. Afuera del relativamente inhóspito mar abierto y los desiertos polares, la fracción del planeta habitado que tiene cielos naturalmente oscuros se limita a lugares poco conocidos como Chad, Papua Nueva Guinea y Madagascar, y es cada vez menor.

 “Hace veinte años, la contaminación lumínica podía ser considerada sólo un problema para los astrónomos”, dice el autor principal Fabio Falchi, profesor de física de la escuela secundaria en Thiene, Italia, que comenzó a preocuparse por la creciente amenaza de la contaminación lumínica en la década de 1990, después de que empezara a interferir con su afición a la astronomía amateur. “Pero fundamentalmente, la vida ha evolucionado durante millones de años con la mitad del tiempo en la oscuridad y la mitad del tiempo con luz, y ahora hemos envuelto nuestro planeta en una niebla luminosa. La contaminación lumínica se ha convertido en un verdadero problema ambiental a escala global”.


“Un cielo estrellado es algo que toca tu alma”, añade Falchi. “La religión, la filosofía, la ciencia, el arte y la literatura de nuestra civilización, todo tiene raíces en nuestras ideas de los cielos, y ahora estamos perdiendo esto con consecuencias que no conocemos totalmente. ¿Qué pasará cuando no podamos inspirarnos en el cielo nocturno?”

Más allá de los inconvenientes obvios de la contaminación lumínica —como los enojados astrónomos o las crías de tortugas marinas y aves migratorias que pierden su camino debido a las luces brillantes—, la mayor parte de sus efectos relacionados son sorprendentemente difíciles de cuantificar. Los investigadores aún carecen de conocimientos profundos sobre las complejas relaciones entre muchos depredadores nocturnos y sus presas, y mucho menos la forma en que los afectan los cambiantes niveles de luz artificial. Para los seres humanos, los efectos son igualmente confusos.

En base a varios estudios epidemiológicos, la Organización Mundial de la Salud en 2007 y la Asociación Médica de Estados Unidos en 2012 advirtieron que la prolongada exposición a la luz nocturna aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer, probablemente a través de alteraciones de los ritmos circadianos y los niveles hormonales asociados. Aun así, la mayoría de estos estudios no distingue entre la exposición a fuentes al aire libre, como farolas del alumbrado público,  y las de interior, como las pantallas de los televisores y teléfonos inteligentes.

Sin embargo, la dificultad más fundamental ha sido que nadie sabe exactamente qué tan grave es el problema. Los niveles totales de iluminación nocturna son fáciles de calcular a partir de imágenes de satélite —los científicos lo han hecho durante décadas—, pero la determinación de qué cantidad de “resplandor” generan todas esas luces a medida que se dispersa a través de la atmósfera de la Tierra es una tarea espinosa. Falchi y sus colegas obtuvieron sus estimaciones de contaminación lumínica mediante la ejecución de datos del satélite Suomi PNP través de un modelo atmosférico que calcula el resplandor en el cenit (directamente sobre la cabeza) en un cielo sin nubes. Luego, los expertos compararon y ajustaron aún más estos resultados con mediciones reales de brillo del cielo tomadas de varios sitios de cielos claros en la Tierra. El umbral de modelo para la contaminación lumínica significativa fue cuando el cielo nocturno directamente sobre nuestras cabezas fue calculado para convertirse en solo un 1 por ciento más brillante que su estado natural de negro tinta.

De acuerdo con el coautor del estudio Dan Duriscoe, científico del Servicio de Parques Nacionales de EE.UU., que suministró muchas de las mediciones de brillo del cielo, un cambio del 1 por ciento en el brillo en el cenit es mucho más importante de lo que puede parecer, en parte porque se piensa que bastante más de la mitad de las especies de la Tierra son nocturnas. “Un lugar que tenga un brillo del cielo sólo 1 por ciento por encima del cenit natural, posiblemente tiene mucho más resplandor cerca del horizonte, porque es probable que esté en una situación en la que se encuentra dentro de la cúpula de luz de otra cosa a de cientos de kilómetros de distancia”, dice Duriscoe. “Esa es la fortaleza del modelo, pues permite la predicción de las amenazas de la contaminación lumínica de ciudades distantes, ahora y en el futuro. A medida que las poblaciones crecen y se propagan, se va a ser más difícil encontrar zonas sin evidencia de luz artificial”.

Asimismo, los efectos de las nubes pueden amplificar en gran medida incluso pequeños niveles de contaminación lumínica. Por esa razón, dice Travis Longcore, ecologista urbano de la Universidad del Sur de California Dornsife, que no participó en el estudio, el nuevo atlas solo proporciona una línea de base mínima para lo que probablemente sean niveles mucho mayores de contaminación lumínica. “Usted puede tener 10 veces más luz que venga desde abajo de un cielo nublado .... Los lugares donde el atlas muestra una base de referencia de brillo de cielo despejado equivalente al atardecer o a una luna mitad iluminada probablemente sean excluidos como hábitat para especies especialistas que necesitan una real protección de la oscuridad para sobrevivir y prosperar”.

Para los seres humanos, las reflexiones más preocupantes que revela el atlas son los efectos del actual cambio a diodos emisores de luz —LED— como fuentes de luz al aire libre en detrimento de la antigua iluminación incandescente. Las luces LED son mucho más eficientes energéticamente, durables y ajustables dinámicamente en comparación con las bombillas incandescentes, y tanto EEUU como muchos otros países están incentivando agresivamente su uso. Sin embargo, las LEDs más económicas brillan más fuerte en duras tonalidades blanco azuladas. Debido a que la atmósfera terrestre dispersa preferentemente la luz azul (como prueba, simplemente mire hacia arriba en un cielo iluminado por el sol), el modelo de Falchi sugiere que una conversión a gran escala a la iluminación LEDs barata de color blanco azulado para la iluminación al aire libre podría aumentar sustancialmente el resplandor, incluso si la cantidad total de luz emitida se mantiene constante. Además de ser estéticamente poco atractivas para muchas personas, existe la preocupación de que la luz LED blanca azulada también pueda ser peligrosa. Los seres humanos tienen máxima sensibilidad visual a las partes amarillas y verdes del espectro visible, dice George Brainard, fotobiólogo en la Universidad Thomas Jefferson que no participó en el estudio de Falchi.

Pero es la luz blanco azulada —exactamente del tipo más generado por LEDs baratas— la que domina la regulación de los ritmos circadianos humanos y otros ciclos biológicos importantes, dice Brainard. “La adopción a gran escala de LEDs va a lograr un gran ahorro de energía, lo cual es algo bueno”, dice Brainard. “La pregunta es: esos grandes ahorros de energía, ¿comprometer la salud humana y los ecosistemas?”

El mayor valor del estudio de Falchi y sus colegas pueden ser las líneas de base que establece para los debates políticos sobre la contaminación lumínica y sus cambios asociados en el nivel de iluminación nocturna. El hallazgo del atlas sobre los efectos perniciosos del resplandor blanco azulado de las luces LED, dice Longcore, “es un mensaje de que incentivar la conversión a estas LED baratas es un error político colosal”.

“Si yo, como profesor universitario, me acercara a mi junta de revisión institucional y dijera que quiero experimentar en poblaciones enteras mediante la introducción de longitudes de onda de luz más asociadas con efectos biológicos y ecológicos perjudiciales, ellos me sacarían por la puerta, a la calle y fuera de mi oficina”, dice Longcore. “Afortunadamente, ahora podemos utilizar LEDs de colores mucho más cálidos, que eliminan el pico azul en el espectro, que es muy dañino porque se dispersa mucho en la atmósfera de la Tierra”.

Además de usar preferentemente las luces LED de colores más cálidos, los autores del estudio dicen que la pérdida de cielos estrellados debido a la contaminación lumínica puede ser prevenida o revertida con regulaciones más estrictas sobre las luces artificiales, así como la llegada de los autos sin conductor, que requieren menos iluminación de la calle. Hay, sin embargo, una solución aún más simple.

“Me gusta decirle a la gente que lo lindo de la iluminación al aire libre es que su impacto ambiental puede eliminarse al instante”, dice Duriscoe. “Todo lo que tienen que hacer es apagar las luces”.

Fuente de información: http://www.scientificamerican.com/ - http://www.livescience.com/

miércoles, 15 de junio de 2016

Nuevo método para medir la distancia a un tipo de galaxias muy particular

Recreación de un agujero negro activo. En el caso de los BL Lacertae uno de los chorros (jets) apuntan hacia el observador. Crédito: Cosmovisión

La nueva forma fue ideada para las galaxias BL Lacertae y fue propuesta por dos astrónomos del OAC y dos del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE).

Desde hace tiempo se sabe que la gran mayoría de las galaxias tienen un agujero negro supermasivo en su centro. Esta masa es equivalente a decenas de miles de millones de estrellas como el Sol comprimidas en un espacio relativamente pequeño.
Algunos de estos agujeros negros están activos, esto significa que están aumentado su masa a medida que “comen” o se tragan las estrellas y el gas que se encuentra cerca de ellos. Este banquete galáctico genera gigantescos chorros de energía electromagnética que salen hacia uno y otro lado del núcleo de la galaxia en direcciones muy definidas, “como el agua que sale de una manguera a presión”, explica Carlos Donzelli, uno de los astrónomos del OAC que participó de la investigación. Estos chorros de energía o “jets” involucran grandes cantidades de radiación que en muchas ocasiones superan al del resto de la energía que emite la galaxia completa, algunos de estos jets apuntan justamente hacia nosotros, lo que resulta en que veamos objetos extremadamente brillantes. Estos objetos o galaxias reciben el nombre de BL Lacertae” agrega Hernán Muriel investigador del OAC, que forma parte del proyecto.
Su nombre se debe a que el primero de ellos fue identificado en la constelación de Lacertae, que en latín significa lagartija, hace aproximadamente 45 años. Hasta ese momento los investigadores pensaban que el brillo se trataba solo de una estrella, pero luego descubrieron que se trataba de un núcleo activo incrustado en una galaxia.
Una de las grande complicaciones que presentan este tipo de objetos a la hora de estudiarlos y medirlos es su gran brillo, por eso es que resulta imposible medir la distancia a la que se encuentran utilizando las técnicas tradicionales.
“Y sin este dato, tampoco es factible estimar la cantidad de energía que emiten. Por ello se generan grandes controversias entre los astrónomos que tratan de medir estas distancias utilizando métodos alternativos” apunta Muriel. “En caso de no poder medir esta energía, los modelos con los que se venía trabajando hasta la actualidad deberían ser revisados” agrega el investigador.

Un nuevo método

En este contexto el grupo de investigación ha propuesto un nuevo método para medir la distancia a las galaxias BL Lacertae (1)(3).
La técnica se basa en el hecho de que en general este tipo de galaxias con núcleos activos reside en grupos junto con otras galaxias.
La idea central es identificar el grupo de galaxias que se encuentren próximas a las que se quiere medir, es decir en la misma vecindad, y mediante observaciones puntuales obtener la distancia que existe a ellas, consiguiendo así también la distancia a la BL Lacertae. Este método posee una importante precisión dado que el tamaño de los grupos es mucho menor que la distancia que nos separa de ellos.

“El inconveniente que presenta esta técnica es no poder encontrar el grupo de galaxias o que exista más de un grupo a diferentes distancias, ya que no sabríamos a cuál de esos grupos pertenece nuestra galaxia estudiada” aclara Muriel y completa ” Mas allá de este problema ya pudimos aplicar la técnica a dos objetos que eran muy complicados de medir”


Imagen tomada con el telescopio Gemini. La flecha marca el BL Lacertae PKS 1424+240. Las galaxias dentro de los cuadrados son los miembros del grupo que permitió medir la distancia al BL Lacertae más lejano en su tipo.

Confirmación de la distancia utilizando la nueva metodología

Hasta el momento, la técnica fue aplicada con éxito en dos objetos que han resultado muy conflictivos durante la última década y para los cuales era realmente imperioso estimar sus distancias ya que las mediciones previas con las que se contaba, ponían en duda a alguna de las teorías vinculadas con el Universo cuando era muy joven.
Los objetos medidos fueron PKS 0447-439 (1)y PKS 1424+240 (2) que se encuentran a 3800 y 5700 millones de años luz de distancia.

Observaciones mediante Gemini

Las observaciones se llevaron a cabo utilizando los dos telescopios de 8 metros de diámetro pertenecientes al consorcio Gemini del cual Argentina forma parte.
El motivo por el cual se tuvieron que utilizar estos grandes telescopios radica en la necesidad de observar galaxias con un brillo muy débil en comparación a estos objetos extremadamente brillantes que se quería medir.
La técnica aplicada por estos investigadores no solo resolvió el misterio de las distancias a estos objetos, sino que además concluyeron que PKS 1424+240 es, en su tipo, la galaxia BL Lacertae más lejana detectada hasta el presente, y por lo tanto una de las fuentes más energéticas del Universo descubiertas hasta ahora.
En el futuro, esta novedosa técnica seguirá siendo aplicada a otros objetos conflictivos para los cuales es vital conocer su distancia para poder confirmar algunas teorías sobre el Universo joven.

Referencias



Terceras Jornadas de Astrofísica Estelar: Conferencia: El mapa de rutas del Enterprise: Hacia la búsqueda de otras Tierras


El próximo 21 de Junio comienzan en el ‪‎OAC‬ las Terceras Jornadas de Astrofísica Estelar destinadas a astrónomos y estudiantes de astronomía.


En este Marco, el miercoles 22 a las 20:00 hs se desarrollará una Charla de Divulgación Científica para todo público a cargo del Dr. José Gabriel Funes ¡Están todos invitados!


El mapa de rutas del Enterprise: Hacia la búsqueda de otras Tierras

"El espacio, la última frontera. Éstos son los viajes de la nave estelar Enterprise, buscando nuevos mundos, nuevas civilizaciones, para llegar hacía donde ningún hombre ha llegado jamás”. Encuentro estas palabras inspiradoras porque interpretan el deseo, muy humano, de explorar el universo. En mi presentación resumiré el estado de arte del conocimiento que tenemos de otros mundos y la búsqueda de vida en el universo desde la formación del Universo, de acuerdo a la comprensión científica del modelo cosmológico del Big Bang, hasta la discusión de la posibilidad de encuentro con desconocidas formas de vida inteligente.

lunes, 13 de junio de 2016

Telescopio Itinerante: Deán Funes

El pasado viernes 9 de Junio el Telescopio Itinerante se acercó hasta el Centro Educativo Mariano Moreno, situado en la localidad de Deán Funes, a 130km al norte de nuestra ciudad.

Los alumnos de primer a sexto grado de la institución disfrutaron de la charla titulada “Nuestro Sistema Solar” brindada por la Dra. Mónica Oddone, quién estuvo acompañada por el Prof. Carlos Colazo y el Sr. Armando Mudryk.


Luego de la charla, los asistentes, cerca de unas 400 personas entre alumnos, padres y docentes del establecimiento, pudieron realizar la observación de nuestro satélite natural: La Luna, a través del Telescopio. En dicha ocasión pudieron notar algunos detalles de su superficie, como los cráteres con la correspondiente explicación de la formación de los mismos. Más allá del frío de la noche y las nubes que se hacían presentes cada tanto, la experiencia también estuvo amenizada por la descripción de los objetos y constelaciones que se podían reconocer en el cielo mientras aguardaban su turno para mirar por el Telescopio.


miércoles, 1 de junio de 2016

Estudiantes de astronomía descubren estrellas variables desde Bosque Alegre

Tres estudiantes de la  licenciatura en astronomía de la FaMAF e integrantes del Grupo de Astrometría y Fotometría (GAF) descubrieron  tres nuevas estrellas variables utilizando el telescopio de 1.54 m ubicado en la Estación Astrofísica de Bosque Alegre.




Las estrellas variables son aquellas que presentan un cambio o una alteración en la luz que emiten debido a procesos físicos internos o  que algo las bloquea parcialmente. Este tipo de objetos son analizados generalmente por medio de una técnica conocida como fotometría relativa la cual consiste en determinar el cambio de brillo de la estrella a lo largo del tiempo.

Uno de los proyectos del GAF consiste en la observación de estrellas variables eclipsantes, es decir, estrellas que se encuentran orbitando entre sí y que en el curso de sus movimientos obstaculizan la luz que emiten provocando caídas aparentes en el brillo que tienen.  Desde que se inició este proyecto se han logrado reportar decenas de observaciones exitosas, utilizando telescopios ubicados en el Observatorio Astronómico de Córdoba y en Bosque Alegre.

Recientemente se publicó el descubrimiento de tres estrellas variables desconocidas hasta el momento en la constelación de la Cruz del Sur. Durante una observación de rutina en 2013, los estudiantes de astronomía: Cecilia Quiñones, Noelia Suárez y Federico Mina, lograron detectar el cambio de brillo en tres estrellas que no estaban catalogadas como variables. Luego de esto, los estudiantes comenzaron a planificar observaciones utilizando el telescopio de Bosque Alegre para determinar el tipo y la periodicidad de esta variación. La adquisición de datos y el análisis de los mismos llevó por lo menos dos años hasta que se lograron obtener resultados satisfactorios. 

A mediados de 2015, se logró confirmar que se trataba de estrellas variables eclipsantes con una periodicidad de entre 7 y 17 horas y que, debido al cambio de brillo, se trataría de sistemas de al menos dos estrellas. La publicación del descubrimiento se realizó en la revista de la Academia de Ciencias Rusa: Peremennye Zvezdy. Además fueron incluidas en el VSX (Variable Star Index), uno de los catálogos más completos de estrellas variables:

"Somos estudiantes de una carrera extensa y con numerosas exigencias, que en ocasiones nos privan de la posibilidad de hacer efectivamente astronomía observacional. Por otro lado, estas actividades permiten interiorizarnos acerca de las posibles investigaciones que se pueden realizar en nuestra disciplina"; explica Cecilia Quiñones una de las autoras del descubrimiento, estudiante del segundo año de la carrera de Astronomía de la UNC. Y agrega ;"Hay que destacar que estas investigaciones, demuestran que la capacidad del instrumental de la EABA sigue vigente y que realizar estas actividades sería imposible sin el esfuerzo sobrehumano de quienes están a cargo del Observatorio y su personal, esfuerzo que comparte con  el GAF". A partir de los datos obtenidos, los estudiantes planean futuras observaciones para determinar el momento preciso de los eclipses. Asimismo, observaciones en diferentes longitudes de onda, permitirán conocer más detalles sobre estos objetos.