jueves, 17 de octubre de 2013

Espejito, espejito ...

Cuando observamos el cielo nocturno, casi todos los objetos visibles a simple vista son estrellas y nebulosas de nuestra propia galaxia. Las contadas excepciones son las 2 galaxias enanas satélites de la Vía Láctea (llamadas nubes de Magallanes), la galaxia Andrómeda y los objetos del sistema solar: la Luna, y los planetas Mercurio, Marte, Venus, Saturno y Júpiter. Pero, salvo el Sol que es una estrella, ninguno de los otros objetos del sistema solar emiten luz propia. Entonces, ¿por qué los vemos brillar? La razón es que simplemente reflejan la luz que reciben del Sol. Para medir la capacidad que tiene un objeto de reflejar luz es que definimos el albedo.

El albedo es el cociente entre la luz reflejada por un cuerpo y la luz que recibe (en otras palabras, se mide la fracción de luz incidente que es reflejada). Por ejemplo, un espejo perfecto tiene un albedo de 1, mientras que un agujero negro tiene un albedo de 0.

El estudio de los albedos de objetos en el espacio es muy importante, no sólo para estudiar planetas de nuestro sistema solar, o asteroides, sino también en el estudio de planetas alrededor de otras estrellas. Por ejemplo, albedos altos sugieren hielo en la superficie, mediciones de albedo alto en asteroides son indicativas de altos contenidos de metales. También hay una correlación entre la magnitud absoluta, el albedo y el diámetro de los asteroides. Respecto de las mediciones de albedos de planetas, albedo alto enfría el planeta, porque la luz (radiación) absorbida y aprovechada para calentarlo es mínima. Por el contrario, un albedo bajo calienta el planeta, porque la mayor parte de la luz es absorbida por el mismo. El estudio del albedo puede hacerse en distintas bandas fotométricas (~colores), podemos estudiar distintas propiedades de los objetos de acuerdo con la cantidad de luz de alguna determinada longitud de onda que reflejan. Por ejemplo, la luz que refleja la Tierra guarda signos de vida embebidos en su espectro de color. La clorofila de las plantas refleja más luz infrarroja que luz visible, por lo que los hábitats ricos en vegetación pueden ser identificados. La luz de otros colores (longitudes de onda) que reflejan los planetas también contienen información sobre sus propiedades, particularmente los planetas rocosos con atmósferas claras como la Tierra, que lucirán como un “punto azul pálido”.

Algunos albedos se enumeran a continuación (desde más oscuro a más reflectante):
  •  TrES - 2b < 0,01
  •  Luna 0.07
  •  Árboles y /o bosques 0.15
  •  Tierra 0.37
  •  Júpiter 0.52
  •  Venus 0.60
  •  Nieve y hielo 0.8-0.9 - Encélado (luna de Saturno) 0.99

TrES- 2b es un planeta extrasolar del tamaño de Júpiter con una temperatura superficial estimada de 1.200º C. El planeta puede que sea demasiado caliente para permitir que se formen nubes reflectantes (que aumentan el albedo). La medición del albedo de TrES 2b indica que refleja menos luz que la pintura acrílica negra o que el carbón.

Créditos: The Universe - CJ
Crédito de la imagen: NASA / JPL Caltech -http://www.space.com/19134-100-billion-alien-planets.html
Fuentes:
http://neo.jpl.nasa.gov/glossary/albedo.html 
http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/1108/1108.2297v2.pdf

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